
La mayoría de los creyentes, incluso los jóvenes, conocen bien el versículo: "Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad" (1 Juan 1:9). Efectivamente, este versículo toca nuestros corazones porque nos pone ante la misericordia, respecto a nuestros pecados en el andar, con la que Dios puede colmarnos al purificarnos gracias a "la sangre del Jesucristo su Hijo" (v.7).
No obstante en nuestros días vemos que entre los cristianos cada vez se considera y se trata el pecado con mayor ligereza.
Este folleto expone el tema de la disciplina desarrollado por tres autores diferentes para advertirnos sobre el agravio que nuestras faltas como creyentes causan a Dios y al prójimo. Luego nos presentan el camino de retorno, por medio de la confesión y la reparación, para poder gozar nuevamente de la comunión con el Señor.
Que estas páginas sirvan de ayuda al lector para comprender los diferentes aspectos y la importancia de este tema.